martes, 18 de enero de 2011

¿Por qué se finge el orgasmo?

Karina Galarza Vásquez

Ciudad de México, capitald e la Distopia depredadora, a 18 de enero de 2011.-Fingir orgasmos es asunto de ellas... y de ellos, pues una investigación realizada entre estudiantes de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos, reveló que, por cada 2 mujeres, hay 1 hombre que simula el clímax. ¿A qué se debe esta práctica y cuáles son sus consecuencias?

Alto porcentaje del género femenino acepta que ha simulado ocasionalmente el clímax erótico, y si bien las cifras varían de acuerdo con el país o investigación que se realiza, en todos los casos el resultado suele ser contundente. Por ejemplo, un estudio publicado en julio de 2010 por científicos de la Universidad Central de Lancaster, en Inglaterra, indica que 92% de las mujeres ha fingido un orgasmo, y que 1 de cada 4 féminas gritan al tener sexo, pero no por placer, sino para motivar a su pareja.

Más aún, y por extraño que parezca, los hombres también pueden simular orgasmos. En efecto, aunque dicha práctica generalmente se atribuye al sexo opuesto, ellos asimismo lo han hecho alguna vez en su vida. “Mucha gente cree que eyaculación y orgasmo son inseparables; sin embargo, la emisión de semen no siempre va acompañada de la máxima expresión de placer”, refiere el Dr. Octavio Olvera Roldán, egresado de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El especialista en Sexología y Terapia de Pareja agrega que aproximadamente 3% de varones sufre anorgasmia (ausencia de orgasmo), ante lo cual deciden fingir para no afrontar el problema o evitar hacerlo evidente ante la pareja, lo que termina agravándolo y generando frustración.

Ellas y ellos
Las mujeres suelen hacer creer que han alcanzado el clímax para reforzar la imagen viril de su cónyuge, en tanto que ellos lo hacen para no quebrantar su “hombría”. “La idea de ‘nunca se debe fallar en la cama’ está presente en casi todos los hombres, de ahí que siempre quieran demostrar elevada potencia sexual; a ello se suma que algunos no quieren lastimar a su pareja, quien pudiera pensar que no logra excitarlos lo suficiente”, señala el sexólogo.

Se estima que 40% de los simuladores de orgasmos ha recurrido a ello por inhibición eyaculatoria, lo que puede entenderse coloquialmente como “quiero pero no puedo”, fenómeno asociado a consumo de alcohol, ansiedad o edad avanzada. Otras causas incluyen alteraciones del sistema nervioso o rechazo de la pareja, situación que incluso les lleva a buscar la satisfacción sexual mediante la masturbación.

“Y el resto finge por un ‘puedo pero no quiero’, lo que obedece a diversos factores; por ejemplo, evitar un embarazo, presumir que pueden experimentar varios orgasmos o reservarse para otra ocasión o mujer”, indica el Dr. Olvera Roldán.

Por otra parte, cabe señalar que de acuerdo con algunos sondeos los motivos más comunes que llevan a la mujer a simular son:

Temor a herir a la pareja.
Cansancio y deseo de dormir.
Vergüenza por tardar tanto.
Presión por parte del hombre.
A tomar en cuenta
En la actualidad, cada vez mayor número de personas presenta disfunciones sexuales, lo que se asocia con los distintos retos que nos pone la vida, como conseguir un buen empleo y mantenerse en el mismo, obtener remuneración económica justa y esfuerzos titánicos por solventar y/o brindar adecuada educación a los hijos cuando los hay. Todo ello ocasiona ansiedad, tensión, alteraciones psicológicas e incluso que alguna parte de nuestro organismo se debilite, lo cual impide el adecuado desempeño sexual.

“Además, actualmente el sexo demanda ciertos estándares para ambos géneros, lo que trae aparejado más problemas y ocultamiento. Así se ha establecido que las mujeres perfectas deben ser multiorgásmicas y que los hombres más viriles son los que pueden experimentar este placer sin eyacular” advierte el sexólogo.

En efecto, se le da mayor importancia a la cantidad y, debido a que no siempre es posible cumplir con tal exigencia, muchas personas simulan que disfrutan un acto que realmente no les proporciona placer.

“Fingir no es la solución; al contrario, dicha actitud prolonga la disfunción, tanto en hombres como en mujeres. Por tanto, el primer paso a seguir consiste en aceptar que se tiene un problema, y a continuación hay que hablarlo con la pareja, en un ambiente de confianza para encontrar una solución en conjunto. Cierto, hay casos en que se requiere la ayuda de un especialista, pero es fundamental tener en mente que el sexo es una experiencia ‘en equipo’ donde el orgasmo no es el fin, sino el medio para disfrutar de la relación”, recomienda el experto en Sexología y Terapia de Pareja.

Por lo anterior, el Dr. Olvera Roldán resalta que la comunicación con el otro es pieza clave: “hay que hablar sobre lo que se desea, gusta y disgusta. Es la única manera de poder satisfacer de nuestro cuerpo, y el de la compañera o compañero”.

Debido a que hombres y mujeres son capaces de fingir en la cama, no está de más que indaguemos cómo anda nuestra vida sexual. Pero no solo eso, sino descubrir qué es lo que verdaderamente pasa con nuestra pareja. En este sentido, cabe destacar que una persona que verdaderamente conoce a quien tiene al lado, jamás podría ser engañada.

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