jueves, 3 de febrero de 2011

Psicología de los productos milagro

Tiene relación con los pensamientos mágicos: fantasiosamente, los anhelos se cumplen con poco esfuerzo.
Tiene efecto en las personas deprimidas o con poca fuerza de voluntad y que tienen problemas de autoestima: obesidad, calvicie, adicciones o una enfermedades crónicas o temen tenerlas.

A veces funcionan como placebo.
El IIPCS da a conocer a los tipos de personalidad que pueden caer ante la seducción de los productos mágicos y por qué han proliferado en México, desde el punto de vista psicológico.


¿Qué son los pensamientos mágicos? Un cúmulo de anhelos, sueños y fantasías que se viven a nivel imaginario cuando existe algún temor o se atraviesa por una situación complicada (que se asimila como insuperable), y por ende, va acompañada de cierta dosis de depresión. "Es así que los pensamientos mágicos suelen dirigirse a eventos imposibles, que cambiarían nuestra existencia para bien: encontrar al hombre o la mujer ideal, pero sin esforzarse o incluso eliminar en un dos por tres al jefe que nos atormenta, por obra y gracia de Dios, bajar de peso", señaló el Dr. José de Jesús González Núñez.

Por lo tanto, los pensamientos mágicos tienen una estrecha relación con los productos milagro, que dicho sea de paso siempre han existido: anteriormente se vendían en las plazas públicas y mercados de las ciudades. Ahí se vendían las tradicionales pomadas milagrosas que alivian todo tipo de males o los perfumes para atraer el amor o los champú que hacían crecer el cabello. Ahora la publicidad en televisión y radio magnifican el efecto porque hace alusión a todo tipo de maravillas, cuyos resultados prodigiosos se plasman en testimoniales de carne y hueso (paleros), cuyos cuerpos torneados y musculosos no dejan duda de la efectividad de los nuevos elixires (muchos de ellos son artistas o personas famosas).

"Este engaño es captado por personas que carecen de una fuerza de voluntad sólida y que no han hecho nada para cambiar su situación, (obesidad, carecer de empleo, adicciones o enfermedades) y en el otro el extremo aparecen un sinnúmero de mensajes (televisivos, generalmente) que aluden a su problema, presentando una solución rápida e infalible. El problema es que un individuo que atraviesa por un periodo depresivo, y que está desesperado, captará dichos mensajes como una solución mediática que remediará mágicamente su problemática, aunque dentro de sí sabe que no funcionará", agregó.

La persona desesperada - obesos, calvos, impotentes sexuales,con temores a enfermedades etc - opera su mente como si fuera un enfermo grave: "Los desahuciados ante lo irremediable acuden a soluciones mágicas, cuyo fondo es mantener viva la llama de la ilusión, vivir más - brujería, alimentos que prolongarán la vida como la piel de víbora, e incluso agua milagrosa -. Esto es comprensible por ser una situación inevitable, pero sucede más o menos igual con la gente que consume los productos mágicos, sin embargo, al final lo único que conseguirán es ampliar la frustración al ver que la promesa no se cumplió", sostuvo.

El especialista explicó que la gente más propicia a consumir estos productos, son aquellos que sufren de sobrepeso o enfermedades crónicas y que atraviesan por un periodo depresivo que conduce a la abulia: "A todos nos gustaría que nuestros problemas se solucionarán sin esfuerzo, de forma mágica, pero sabemos que eso casi nunca sucede. Así que una persona mentalmente sana trabajará arduamente para alcanzar esas metas y si de plano no puede cambiar algo de su físico, lo aceptará y aprenderá a vivir con ese defecto."

¿Pero a veces sí funcionan estos productos o no? El Dr. González Núñez precisó que efectivamente, las soluciones "prodigiosas" pueden funcionar porque hacen uso del efecto placebo: "La fe mueve montañas, como aquella señora que no podía conciliar el sueño y su médico le dio unas pastillas ansióliticas, con las cuales pudo dormir, aunque el medicamento estaba compuesto por azúcar: la fe en el medicamento y en el médico hicieron que la señora recuperará las horas de sueño. Esto sucede algunas veces con las medicamentos milagro, pero son las menos de las veces".

¿Por qué han proliferado estos productos en México?:

- Porque tenemos el índice de obesidad más grande en nuestra historia.
- Porque estamos decepcionados y volcamos la fe que nos queda en prácticamente cualquier cosa.
- Porque nunca habíamos padecido de un índice tan alto de depresión: uno de cada diez padece este trastorno.
- Porque nuestra cultura impone estándares de belleza prácticamente inalcanzables para la mayoría de los mexicanos.
- Porque la frustración ha hecho que la sociedad sea más pasiva que nunca, desde niños nos acostumbramos a obtener todo de forma fácil y sin esforzarse, o bien, todo está al alcance del mundo virtual.

"Los éxitos no llegan solos, es el esfuerzo y la disciplina el verdadero producto mágico que hace cambiar lo que somos. El otro polo son los individuos que son presa fácil de estos mensajes, en ocasiones suelen tener cierta adicción a ellos, por lo que es necesario que se sometan a un análisis honesto para que de una vez por todas logren realizar sus metas", concluyó el especialista.

El IIPCS pone a disposición de todos los interesados su clínica de servicios psicológicos, que está destinada para toda persona sin importan su nivel socioeconómico. Mayores informes en www.iipcs.edu.mx

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