lunes, 9 de enero de 2012

La teoría del tapatío

Juan Pablo García Vallejo
* Para conocer que es la tapatiez
** Y por qué la tierra de machos se volvio la capital gay de M{exico
Me contaron la anécdota de un salvadoreño que llegó a México para seguir su camino a los Estados Unidos y para despistar a los sabuesos de migración dijera que él era de Veracruz, pero su estrategia de sobrevivencia no funciono porque le estos le preguntaron si era jarocho. “No soy de Veracruz”. Aunque para nosotros mexicanos, jarocho son sólo los veracruzanos del puerto.
Esto sirve de entrada para hablar de un libro sui generis, ¡Ahí pinchemente! La teoría del tapatío que escribió Juan José Doñán, publicado por la editorial española Almuzara, en la que trata de averiguar el origen de la palabra tapatío y cómo los principales símbolos regionales se han colocado en el centro de la identidad nacional como el mariachi, el tequila, la afición al más popular equipo de futbol el Rebaño Sagrado del Guadalajara, las canciones rancheras, la imagen cinematográfica del macho y paradójicamente ser la capital gay de México, de ambiente dirán los de la diversa. Pero también es la cuna del nacimiento de una de las sectas más importantes del país, la Luz del Mundo.
Estudiar las identidades regionales no sólo es asunto de antropólogos o de psicólogos sino principalmente de periodistas porque gracias a sus vivencias, conocer muchos personajes y contextos sociales, tienen un mayor repertorio de materiales para analizar y profundizar en los orígenes de las cosas sin escudarse en la infantil neutralidad académica, que casi siempre deja las cosas a medias y las trata superficialmente.
A Juan José Doñán pocas cosas se le escaparon de registrar o explicar al hacer una radiografía cultural de la identidad regional de Jalisco, llamados tapatíos desde antes de la Conquista española y popularmente conocidos como jalisquillos. Que tienen fama de ser modestos pero en el fondo son bastante arrogantes, pues consideran a Guadalajara como el mejor lugar del mundo para nacer, trabajar y morir.
Bueno puedo decir que no explica por qué los habitantes de Guadalajara llaman a su ciudad Guanatos ni de que se trata eso de las “noches en Chapala” que canta Lola Beltrán en una de sus canciones vernáculas. ¿Son noches románticas, de reventón, de duelo entre machos? No lo dice.
En un segundo capítulo, más controvertido, porque enlista todos los conflictos que según el autor ha creado una rivalidad entre la Ciudad de México con Jalisco y su capital Guadalajara, no sólo al tener cada ciudad una virgen que las ampara, La Virgen de Zapopan a Jalisco y la Virgen de Guadalupe a México, aunque creo que esa rivalidad es más que inventada porque no hay tal competencia simplemente porque la Guadalupana es la Señora de América, así que no hay comparación.
Otra rivalidad seria a nivel deportivo entre las Chivas y el América, el primer club que adopto su nombre por el aspecto desaliñado de sus jugadores, semejante a las chivas, y estar integrado por puros jugadores mexicanos y el segundo por contratar estrellas extranjeras que poco le han servido para conseguir campeonatos. Y de uno de los ídolos del chiverío, el Jamaicón, Juan José Doñán toma parte del título porque este jugador hizo una declaración bastante desnutrida sobre el resultado final de un partido, como todos los futbolistas que carecen de pensamientos creativos, con mucha modestia como los tapatíos: “¡Ahí pinchemente!”.
En otro capítulo todavía más complicado e interesante es cuando desnuda a la conservadora clase política jalisquilla, que no tiene presencia en las decisiones de importancia a nivel nacional, pero sigue sometida al poder de la Iglesia Católica. Esta posición conservadora también se manifiesta en el ámbito cultural porque se han creado cacicazgo transexenales tanto en la Universidad de Guadalajara, la FIL de Guadalajara, el Festival de Cine Internacional, que según Doñán son grandes eventos culturales sólo de relumbrón, controlados y usufructuados por una minoría de jalisquillos expertos en el tráfico de influencias.
Y si tiene razón. La Fil ya perdió su encanto y se ha vuelto pasarela de gente del espectáculo y esto lo puedo decir con bastante experiencia porque asistí desde su inauguración hasta 2007 a todas las FIL y de inmediato se percibe el ambiente mafioso con que se hacen las cosas en Ganatos. Pero la FIL es mucho mejor que la Feria de Minería de la UNAM que se niegan a crecer y no se diga de la Feria Internacional del Libro del Zócalo que ha perdido todo su espíritu cultural y sirve de pretexto a un gobierno cada vez más antidemocrático y premiar a trepadores consagrados que ya no necesitan ningún premio.
En fin, ¡Ahí pinchemente! Teoría del tapatío es de amena lectura y fue un acierto que Almuzara lo publicara, porque creo que ninguna editorial mexicana se hubiera atrevido publicar tan sólo por desnudara todos los vicios y escasos aciertos de una elite política retrograda supeditada todavía al poder de Iglesia Católica.

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